domingo, 29 de abril de 2012

Todos tenemos alguna vez un pesar enorme, cada uno lo encaja a su manera. No solo sentimos pesar por la muerte, también por la vida, por la pérdida, por el cambio que supondrá ,cuando nos preguntamos por qué a veces es todo es un asco, por qué duele tanto, debemos recordar que todo puede cambiar en un instante. Nunca crees que te va a pasar a ti... hasta que te pasa, de repente te despiertas y ves que las cosas han cambiado y vuelve a  ti esa sensación de pánico al no saber que ocurre. El recuerdo de la muerte hace que el ser humano busque ocultarse de ella .La muerte nos roba a los seres amados,los inmortaliza en el recuerdo y nos hace sufrir. Cada vez que muere alguien con el que teníamos una mínima conexión emocional se rompen todos nuestros esquemas y nos sentimos perdidos, todos en nuestro interior, tenemos miedo a ello pero por mucho que intentemos huir,nos acabará descubriendo y cuando lo haga tan solo tienes que recordar que lmuerte no es ni sufrimiento ni paz, ni un estado de nerviosismo o tranquilidad si no que tan solo es, en esencia, un proceso terminal que consiste en la extinción  de un ser vivo y termina con el fin de la vida. 




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